A veces la vida te pone obstáculos pero también a personas maravillosas en el camino. Y hoy os quiero hablar de una de ellas una persona muy especial, pero que apenas conozco.
La mala suerte por llamarlo de algún modo, me la puso en el camino. Ella ha sido muy importante para mi, para nosotros, pero sobretodo para mi pequeña. La doctora Perich, la cardióloga de mi hija, una gran profesional, una gran persona. Ella, sin duda, ha ayudado a mi pequeña, nos ha tranquilizado, nos ha ayudado a entender y aceptar que «se puede nacer, vivir y crecer con un corazón diferente» y que sobretodo nos ha acompañado en todo el proceso.
Confié en ella en cuanto la conocí, al ver lo meticulosa y concienzuda que fue, el trato, comportamiento, las explicaciones, ella. Y es que no es fácil escuchar que tu hija tiene un corazón defectuoso, diferente y ver como hacen un dibujo intentando que comprendas lo que falla, te habla de estadísticas, posibles soluciones entre las que está una operación a corazón abierto… después de esto estás tan en shock que dejas de escuchar, sólo puedes mirar a tu pequeña y pensar que no es cierto, que ella es perfecta.
Nos encontrábamos ante una cardiopatía asintomática, para mi, ella estaba bien, es más pensaba que a la maquina se le había ido la pinza, quiero decir que me negaba a aceptarlo.
Y llego el momento del cateterismo, esto tampoco lo lleve bien. Tengo que decir que le llame por teléfono, y me atendió, me citó durante su hora de comer y me tranquilizo, me abrazo y me debió ver mal (soy muy asustona), porque me propuso esperar! por suerte en ese momento pudo más la coherencia que el miedo. La verdad es que, todo mejoro después del cateterismo, vamos que algún síntoma había pero no lo sabíamos o no lo queríamos ver.
Es difícil explicar como ha podido calar tan hondo y ser tan importante y tan necesaria para mi a pesar de verla solo 3 o 4 veces. Porque al reincorporarme al trabajo, deje de ir, ahora lo paso mal pero en la distancia.
Y porque os explico esto os preguntaréis, muy fácil, porque ella se jubila. Y nosotros queríamos agradecerle lo bien que nos ha tratado, lo bien que se ha portado con nosotros y lo bien que ha cuidado de la peque. Así que decidimos hacerle un regalo DIY que es lo que a nosotras nos gusta. Y así la peque participaba ayudándome a hacerlo, la verdad es que tiene maña! Además le hicimos un regalo junto a una amiga, también es la cardiología de su nena.
Ahora, ya os puedo enseñar el resultado, porque se lo entregó el jueves. Es sólo un detalle para una persona a la que siempre vamos a llevar en el corazón.
Gracias Dra. Perich por cuidarnos.
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