Esta silla era de mi madre así que restaurarla era una cuestión sentimental

Estos días de bajón, caos e introspección me he refugiado en mi familia, el trabajo, mis DIY, tengo bastantes cosas que mostrar y poco a poco iré ordenándolo y fotografiando. Una de las cosas que me ha hecho más feliz ha sido restaurar la silla de mi madre.
Tiene más de 60 años. Se la compraron mis abuelos al poco de llegar a Catalunya. Yo soy muy sentimental y siente cierto apego sano con algunos objetos. Esta silla es uno de ellos, la herede yo de pequeña y ahora es de mis hijas. Estaba pidiendo a gritos un cambio así que me anime y me puse a restaurarla.
He aprendido hasta a encordar una silla

He usado diferentes materiales, la mayoria son de Leroy Merlin:
- Lija
- Pintura todo terreno
- Esmalte al agua Coral de Titan
- Cuerda de algodón de 3mm
- Tijeras
- Telas
- Guata gruesa de 2cm
- Lazo rosa de 5mm de ancho
- Barniz incoloro de madera
Paso a paso:

Lo primero que hice fue desmontar completamente el asiento ya que estaba en mal estado, al abrirlo me encontré con el interior podrido. Me daba miedo que la madera estuviera afectada, por suerte no fue así.
Una vez desmotada la lije bien y aplique pintura blanca todo terreno. Deje secar bien y al día siguiente aplique el esmalte coral y una vez seco aplique el barniz incoloro para darle más resistencia, esta silla necesita mucho aguante, mis fieras son cañera.
Acabado el proceso de pintura busqué imágenes de encordado y me decidí por uno que consistía en cruzar 5 veces de punta a punta y luego 4 vueltas en un de los lados, luego 4 en el otro y volver a cruzar 5 veces. La bobina de hilo es gruesa así que más o menos cuando tuve ¾ de silla hecha necesité hacer una especie de lanceta (cómo si de un telar se tratará) de cartón para pasar con menos esfuerzo la cuerda.

El proceso de encordado de la silla lo más complejo de la restauración
porque la cuerda debía tener cierta tensión y quería que me quedará bien el dibujo. Y claro la parte de delante es más ancha que la de atrás por lo tanto necesite separar un poco las cuerdas una para que no quedará un trozo vacío.
Una vez acabada esta parte me puse con los laterales, cruzando una por arriba y otra por abajo y repetía la operación 5 veces para que me quedará el dibujo que quería. Esto lo hice tanto por arriba como por abajo. Aunque si no tienes muchas ganas de liarte encordando con hacerlo así en la parte de arriba es suficiente, ya que es la parte visible.

En la parte de abajo con cruzar un par de veces para darle más fortaleza es suficiente. Pero esto depende sólo de ti. Una vez acabada queda genial cómo puedes ver.
Aquí la podría haber dado por finalizada, decidí que seria bonito hacer un cojín con la misma tela que hice el del rincón de lectura para el desafío IXO de Handbox.
Saque usando una hoja el patrón del asiento

Lo dibujé en el reverso de la tela (en mi caso loneta), y corté dos trozos dejando unos 2cm de margen. Corte un trozo de guata gruesa. Puse tela bonita con tela bonita, añadí dos lazos en la zona de las patas para poderlo atar y puse en la parte de abajo la guata. Lo cosí siguiendo la línea, dejando unos 8cm sin coser para poderle dar la vuelta.
Pulí el sobrante, picoteé, sobretodo las partes curvas. Una vez girado con la misma maquina de coser, cosí el trozo que había quedado abierto. Y este es el resultado a mi me encanta. A quien más le ha gustado es a la chiquitina que dice que es suya, se la ha apropiado y que busque otra para su hermana.

Es muy sencillo, se tarda un poco en todo el proceso, ya que tienes que dejar secar la pintura. Para mi valió la pena el tiempo invertido.
La silla en sí no tiene valor económico, en cambio tiene un gran valor sentimental. Y eso para mi, es lo importante. He visto tantas veces a mi abuelo restaurarla y arreglarla. En fin, para mi siempre será especial.
Justo detrás de la foto de la silla completa con el cojín se ve otro de mis últimos DIY. ¿Te gustaría verlo?, en breve espero tenerlo completamente acabado.