
Fotos del curso eduquemos en positivo en la Girandola
Hace un par de fines de semana que fui a un curso de Bei de Tigriteando, “Eduquemos en positivo” Disciplina positiva para padres.
En un espacio maravilloso, La Girandola de Terrassa. Estoy deseando volver con las niñas y disfrutar de sus espacios y todo lo que ofrece. Que es mucho.
Este curso, me ha removido mucho, no cómo algo negativo, más bien al contrario. Es algo que necesitaba, aunque no lo sabia. Creo que ha conseguido desbloquear ciertas creencias profundas muy interiorizadas. Y acercarme más al tipo de crianza que deseo. Porque a mi meta en este momento es conseguir llevar a cabo lo aprendido en el curso «Eduquemos en positivo»
Me quedo con mucho de lo aprendido, compartido y vivido en este fin de semana. Lo mejor sin duda los compañeros, aunque no nos conocíamos previamente, me sentí muy acogida. Me han hecho reflexionar y descubrir, sentimientos y emociones ocultas. Sin duda ha sido fantástico compartir experiencias, creo que ha sido una práctica muy enriquecedora.
Ha cumplido y superado todas mis expectativas. Me quedo con ganas de más, mucho más. Pienso que es un curso ideal para ir con la pareja. Porque este tipo de cambios necesitan que se vaya en la misma dirección, y acompañarse en los errores y aciertos.
Empiezo una nueva etapa más centrada en la “hija del mañana” que en el efecto a corto plazo. No quiero una hija obediente quiero una hija respetuosa y que se cuestione. Que se sienta libre, feliz y que sienta que pertenece.
Quiero dejar atrás los gritos, las imposiciones, chantajes, amenazas y castigos. Quiero que en casa eduquemos en positivo.
Creo firmemente que otra educación es posible y que la gestión emocional es una asignatura pendiente en las escuelas.
Voy a esforzarme, para cambiar. Porque a pesar de que me han educado de otra forma. Voy a intentar hacerlo mejor. Por ellas, pero también por nosotros.
Porque ya he probado de la otra forma y sinceramente, no nos funciona. Estoy cansada de estar enfadada, estoy cansada de chillar. No es esto lo que quiero, no es lo que necesito. Así, que lo más coherente es cambiarlo y intentar ir a la par y que los dos eduquemos en positivo.
Esto no quiere decir que no pegue un grito nunca más, o que no recurra a lo aprendido. Porque cuando estamos cansados y ponemos el piloto automático, la paciencia suele hacer gala de su ausencia. Para mi esto, es simplemente una declaración de intenciones.

Bei Tigriteando la importancia de cambiar el «PERO» por el «Y»
Y es que este curso me ha ayudado y mucho. Sobretodo a ponerme en la piel del niño, a sentirme cómo se sienten. Me ha dado recursos y me ha mostrado otras opciones. Que, aunque creo que necesitan más esfuerzo por mi parte, van más acorde con lo que quiero. Siento que es más respetuoso y que nos hará más felices a todos.
Lo cierto, es que desde que he hecho el curso. Vengo detectando esas frases lapidarias aprendidas a fuego. Y poco a poco estoy intentando cambiarlas. Como el “PERO” por el “Y”. Para mi lo que más cuesta es apagar el piloto automático en la crianza.
Ser más respetuosa con ellas con sus opiniones y sus pensamientos.
El primer paso, dejar de lado la idea equivocada de que los niños nos toman el pelo. Y aceptar que debajo de toda rabieta hay un malestar. Que es simplemente una llamada de atención. Que si que te pone a prueba constantemente. A ti, y a tu amiga paciencia y a veces los nervios nos juegan una mala pasada.
Pero una vez que aceptas que los errores son parte del aprendizaje, puedes perdonarte el no haber estado a la altura y seguir adelante, intentando no cometer los mismos. Porque nosotros somos sus padres, sus figuras de referencia. Y a veces, tratamos a los niños cómo no nos gustaría que nos tratasen. O como no aceptaríamos ser tratados por otro adulto.
Pero nadie dijo que fuese fácil el camino. Y es difícil aceptar que hagan cosas que nosotros no vemos bien pero a veces es simplemente parte de su desarrollo.
Si tu también te animas y quieres adentrarte en la disciplina positiva tienes varias opciones online con ella. El curso “Disciplina positiva” de la escuela Bitácoras y el de su web montessorizate “Educar en positivo”.
Con los que aprender cooperación, respeto y resolución de conflictos. Motivar la autonomía. Hacerles sentir que pertenecen y que son escuchados. Y sobretodo aceptar las emociones y ayudarles a gestionarlas.