ordeno mis ideas, pienso en las conversación que mantuve hace unos
días, en la reunión del espacio de padres online del AACIC CorAvant.
Me doy cuenta de lo afortunada que soy, de la fuerte y lo valiente que
es mi hija. De lo que me llena mantener una conversación con otros papas
unidos por lo mismo, el corazón de nuestros hijos. A los que no conoces
a penas, pero te sientes muy ligada, creando
vínculos en apenas hora y media de conversación mensual. Y a los que
desde aquí les doy las gracias y les mando un gran abrazo.
Me
sorprende escucharme y darme cuenta como ha cambiado mi diálogo, como ha
evolucionado mi miedo, como he crecido yo, para hacerme más fuerte y
enfrentarme. Sin huir y para ganar. El miedo nos protege, pero a veces
nos paraliza y nos hace huir.
Aunque a veces, no hay huida posible.
Como poco a poco ha ido desapareciendo ese bloqueo, para dar paso a la
valentía, esa que ha generado un gran cambio en mi. Incluyendo una
actitud positiva que nos ayuda en el día a día. A huir de la
sobreprotección, aunque a veces cuesta. A confiar en ella, porque a sus 4
años se conocer mejor que nadie.
Estas son algunas de las
conclusiones que saco de nuestra última charla, corta y a través de la
pantalla del ordenador, pero cálida y plena.
Deja una respuesta