![]() |
Ellas conociendose – Foto de 40+2 |
Pues sí, hoy toca, ya lo sabéis, yo de
vez en cuando necesito desahogarme, y el blog es uno de mis sitios favoritos.
Porque dedico un rato a solas (algo muy preciado por una bimadre), para
escribir sobre lo que pienso y siento.
¡Y oiga, que me sale mucho mejor que ir
al psicólogo!
La verdad, es que después de mi primer
embarazo, parto e inicio en general de mi primera maternidad, no sabía si sería
capaz de tener más. No porque no deseará volver a ser madre, o que ella tuviese
un hermano o hermana, más bien porque mi cabeza estaba muy bloqueada, después de
todo el proceso. Que aunque acabo bien, como sabéis, fue difícil y me
traumatizo un poco. Por lo que necesite ayuda psicológica. Y esto fue un freno,
para atreverme con la segunda maternidad. Vamos, que a veces la cabeza te pone más obstáculos,
de los que ya puedes tener de por sí, de esos que son difíciles de superar.
No sé porque, pero me dio por pensar, que
si tenía otra era por si a ella le pasaba algo (tenía muchísimo miedo a
perderla, a que muriera) y me sentía muy mal. Profundamente mal, sobretodo cada
vez que se me ocurría pensar en darle un hermanito. Y hasta que no logre
desbloquear, todos estos traumas que fui adquiriendo, no me sentí capaz de
volver a ser madre. Es muy chunga la cabeza, ¿verdad?, sobre todo cuando te juega
malas pasadas.
![]() |
Las presentaciones – foto de 40+2 |
Cuando me relaje y tranquilice, conseguí sentirme
preparada. La verdad es que el papá, hacía un par de años que deseaba que aumentáramos
la familia. Pero cada uno, tiene sus ritmos y en mi caso, necesite un par de
años más que él. Pero, este tiempo extra, me fue muy bien, me ayudó a sentirme
segura y preparada para la bimaternidad, sobre todo para lo que me imaginaba. En
mi cabeza, rondaban las noches sin dormir, los miedos, las visitas al médico,
la demanda constante y el olvidarme de mi durante un tiempo para estar 100% por
ellas. ¡Pero tranquilos!, aunque pinte mal, no ha sido así en absoluto.
¿Y porque lo explico? Pues porque a
veces, para avanzar necesito soltar lastre. Y es que, estas cosas que me
bloquearon hace un tiempo, a pesar de haberlos superado. Creo que me ayudó
contarlo, llorarlo y sacarlo del todo de mi cabeza. Y tal vez por ahí haya
alguien con los mismos miedos a los que mi vivencia le pueda servir de ayuda.
Además, ahora que soy bimadre tengo
otros miedos nuevos que reclaman su espacio y con los que me estoy enfrentando
para que me ayuden. Sí, sí, lo habéis leído bien, creo que el miedo a veces te
ayuda porque te mantiene alerta, para mí el problema es cuando te paraliza.
Y si yo de por sí, ya soy miedica, con
la maternidad adquirí nuevos miedos. Algunos justificados, pero otros, como el
que os he explicado hoy, no.
¿Y a vosotras también os pasa?, ¿Os ha pasado?
Hola Bea! A mi madre le pasó lo mismo; por eso mi hermana y yo nos llevamos 7 años.
Es cierto, creo que con la maternidad me he vuelto más "miedica", pero es que siento que alguien muy valioso, especial, importante,… (no hay palabras para describir a Mario) ha llegado a mi vida. Me he dado cuenta que un/a hijo/a te cambia. Mi miedo, si tengo otro hijo, es no poder dedicar a Mario el tiempo que necesita y se merece. Pero es lo que dices: hay que superarlos. Un besazo y feliz año.